Cuando una cerradura no abre fácilmente o la llave no gira adecuadamente solemos pensar que se ha estropeado o que se le ha roto alguna pieza del mecanismo. La verdad es que esto no siempre es así, pues en ocasiones se debe a la falta de grasa que actúa como un atenuante del deterioro que los factores climáticos les ocasionan.
Si queremos que las cerraduras nos duren muchos años y que además funcionen a la perfección, entonces debemos dedicar con cierta regularidad, unos cuantos minutos a engrasarlas. Este simple mantenimiento nos puede evitar el tener que solicitar la ayuda de un cerrajero.
El grafito en polvo como solución
La aplicación de grafito en polvo es una manera fácil de tener una cerradura que funcione con suavidad, por lo que para muchos es la mejor solución al atasco de una cerradura.
¿Cómo llega al interior de la cerradura? Pues de forma muy sencilla, tan solo se vierte en la llave y luego esta se introduce en el bombín y se gira repetidamente. De este modo nos aseguramos de alcanzar todos los puntos del mecanismo. Haciendo esto de manera regular se obtienen excelentes resultados y nos garantizamos una apertura de puertas sin tropiezos.
¿Dónde conseguir productos para el engrasado de cerraduras?
Ahora que ya sabes cómo usar este tipo de productos seguro te preocupa donde comprarlos, pero no debes angustiarte por eso pues son muy fáciles de conseguir. Tanto la grasa como el grafito en polvo están a la venta en la mayoría de las cerrajerías, en las ferreterías y en las tiendas dedicadas a la decoración y las reparaciones en el hogar. Te sorprenderá encontrar distintas presentaciones de grasa, pues tambien vienen en forma de espuma y en spray.
Si no consigues el grafito en polvo, cosa poco probable, puedes usar este sencillo truco. Agarra un lápiz de escritura y pasa la punta por la parte de la llave que se introduce en la cerradura. Listo, es igual de eficiente porque la mina del lápiz es de grafito.